mayo 14, 2007

Caso perdido



Describe el cuadro, me dijo.
Era una pintura simple de una flor en medio de un bloque de cemento
Entonces le dije: Es como la vida, con una pequeña luz de esperanza, que sale entre las lágrimas y la tristeza, adornada con mucha esperanza, enmarcada en madera tallada en la que se puso más detalle esforzándose para que sobresalga. El color de la flor es amarillo, resplandeciente como la luz del sol, la pared es color de plata como la luna que brilla en la noche.
Muy bien, me dijo.
Suavemente se acerco y me dio un beso
Le dije: los besos son como algunos suspiros, que duran instantes pero quedan guardados en los recuerdos, la unión de unos labios pueden representar muchas cosas, el cariño de una amistad, el deseo de seguir el camino de la pasión y dejar sin respirar al alma.
Eso es lo que sientes y expresas, me dijo.
Lo mire por unos instantes y en su mirada me perdí, pues en los momentos más importantes, mi mente se aleja difusa de mi cuerpo y comienza a navegar en el espacio, mi cuerpo es quien toma el control, me acerque y le bese, mis manos rodearon su rostro, lentamente los besos fueron más apasionados, las caricias más efusivas.
De pronto nos separamos, me aleje de el como si me hubiera asustado y le dije: estos instantes son los que me ponen nerviosa, pues son instantes de cierta felicidad, una felicidad que me asusta, como una vez escuche, las personas depresivas, no dejan de serlo fácilmente se atormentan esquivando la felicidad, piensan que después de una risa, el llanto los espera pacientes por su turno.
Me dijo: no hay felicidad eterna, ni tristeza perpetua.
Le dije: le temo a la felicidad pues a veces se me escapa por las manos dejando un vacío al final.
Me dijo: yo le temo a la soledad
Le dije: la soledad es una fiel compañera, que no espera el vacío en el espacio para acompañarte, a veces ella te abraza en medio del tumulto, te canta sus canciones en medio del las voces de un coro
Me dijo: porqué me haces a veces muchas preguntas?
Le respondí: a veces es necesario hacer un sin fin de preguntas, pues hay algo dentro de uno que no se convence con solo mirar, a veces necesita explicación, un nuevo punto de vista para entender, al final soy muy curiosa y trato de saber al fondo, conocer en profundidad aquello que me interesa.
Y que te interesa, me dijo
Muchas cosas respondí, me interesa sentir la lluvia en mi cuerpo, contemplar la noche con luna llena, conversar con los pajaritos, treparme a los techos y ver desde ellos la ciudad, comer mucha crema y chocolate…….
Estas loca, me dijo
Y cerró la puerta de la habitación y me dejo con mi espacio en blanco, el doctor había cumplido su ronda, había anotado en la libreta “Caso perdido”

13 comentarios:

Alejandro Correa dijo...

Tremendo, tremendo, tremendo, comparto muchas de esas cosas, en pero en especial detesto la soledad...

Silvia dijo...

La soledad no es mala compañera, pero tampoco una buena amigea.
Saludos Alejandro

Anónimo dijo...

Está muy pero muy bueno!!...Ahora es un doctor de verdad?
Pienso que la soledad bien aprovechada nos lleva a extremos o ser muy bueno o echarte a perder.

Silvia dijo...

jajaj un doctor, un loquero diria yo jajaj.
La soledad ..... hunmmmm
Dime Aníbal es tu nombre de verdad o tienen algo que ver con el silencio de los inocentes :P (bueno se me ocurrio):S

Anónimo dijo...

Te preguntaba lo del doctor porque vez que podría ser cualquier mortal que te evalua(un supuesto amigo) cuando no hay tolerancia a veces algunos te hacen la señal de la cruz...Anibal si es mi nombre...aunque admiro nomás a Hannibal Lecter

Carlos dijo...

...prestame a tu Doc niña...

Los depresivos somos patológicos, no dejamos de serlo.

Yo creo que es mejor ser como soy, porque pienso que los optimistas se desilusionan a diario...

Abrazo Silvia.

Silvia dijo...

Bueno yo con doctores o sin doctores, igual soy caso perdido, je.
Recomiendame un libro Aníbal.


Carlos, te lo presto cuando quieras, y bueno cada quien es como es.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

al leer tu relato se me vino a la mente el libro de Paulo Coelho "Veronika decide morir", quien es considerado loco y quien cuerdo? las respuestas son sorprendentes, y al parecer es mejor ser un loco o un "caso perdido" como dices.
Bonitas letras, me han gustado :)

nois de lean dijo...

huy soledad, no vengas en invierno

Anónimo dijo...

clap, clap, clap, clap y muchos claps más. precioso!!
la referencia a la demencia, a la locura, al mundo interior particular, siempre desordenado a vista de otro... me gustó tu relato. y ciertamente pienso cuántos habrán cerrado la puerta detrás mío, con tal diagnóstico: caso perdido.
mi diagnóstico: lo que se perdieron.
un beso gigante. gracias por compartir tu palabra!
h.

Silvia dijo...

Invierno, soledad un contraste irresistible.
Bienvenido nois de lean

nois de lean dijo...

gracias, me gusto... voy a estar pasando seguido

Silvia dijo...

Sasias Henry, bueno los casos perdidos somos muchos, pero los que se pierden son más.
Un abrazo y beso.
Nois de lean, yo tambien te vsiitare seguido, tienes ehrmosas fotos :)