Entro corriendo a casa, dispuesto a encontrar los lápices más rojos que pudiera encontrar en su cajita de colores.
Busco pero el lápiz rojo estaba todo gastado.
Busco entre sus escondites una moneda pues la urgencia de tener un lápiz rojo era más que ahorrar para comprar un cochecito de madera.
Compro el lápiz rojo y comenzó a dibujar en una hoja que encontró en la calle, era una hoja diferente, tenía algo especial. Después de ir gastando el lápiz con las líneas trazadas en la hoja, se puso a contemplarla, daba unos retoques donde no había pintado bien y todo estaba listo.
Que haces? Le pregunto la pequeña hermana.
Mientras doblaba el papel y lo ocultaba, le respondió que nada.
Salio corriendo de la casa y se fue directo a la puerta de la casa Sofía, se quedo unos instantes contemplando la puerta, hasta que gano animo y toco la puerta.
Salio la abuelita de Sofía y se alegro de verlo, lo hizo pasar a la pequeña sala en la que también se almorzaba y se hacían las tareas.
Sofía se va a alegrar de verte – le dijo la señora con una sonrisa en la cara.
Al entrar en ese pequeño cuarto, la carita de Sofía se ilumino, se acerco tembloroso y estirando la mano dejo la hoja al pie de su cama y salio corriendo.
agosto 14, 2007
Corazón.
Publicadas por Silvia a la/s martes, agosto 14, 2007
Etiquetas: Cuentos, mis dibujos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
9 comentarios:
seguiré la historia...
bxcx
...super tierno!
Sabes? algunos hombres seguimos siendo iguales a ese niño...
Besos.
Me muero de ternura!
Yo quiero un amiguito así!!
Te dejo un beso Silvia!
Querido Xtuquito, la historia termina ahi, es solo una muestra de la dulsura de los niños, espero que te haya gustado. Un beso y abrazo.
Querido Carlitos, si en donde eh?? jajaj Un beso y abrazo.
Querida Evan, me alegra que te haya gustado. Un beso y abrazo.
pues mira si me gustó que esperaba su continuación...
bxcx
Que linda historia...
Ahora sí pùedo irme a dormir tranquilo y en mis sueños buscaré una hoja y un lapiz rojo.
Un abrazo enorme, hasta pronto.
Esos amores tan puros. Ojalá y se mantuvieran así para siempre: puros, sin intereses de ningún tipo, entregando siempre todo el corazón y no a pedacitos.
Abrazos.
No hay nada como la ilusión que puede anidar en el corazón de un niño. Un beso, mi dulce Vita,
V.
Querido Camba, pues sueña y dibuja un lindo corazón, un beso y abrazo.
Querida Capsulita (je sono bonito) a veces uno recorta el corazón y lo entrega como dices, pero solo a veces. Un beso y abrazo amiga.
Dulce Valentín, los niños no son los unicos que anidan esos sentimientos. Un besote enorme.
Publicar un comentario