A quien le corresponde.

Solo te digo simples palabras que salen de mi mente, son palabras que se las ha contado mi corazón y que se atreven a salir de mi boca.
Me pregunto que pasa por tu mente, si esa gran ciudad en el fondo te afecta y te convierte en un ser frío, vacío.
Mi mundo es estrecho como algunas calles de mi ciudad, es desordenado como mis pensamientos, pero es un mundo abierto, que no tiene secretos, se abre ante los visitantes que deseen incursionar en el, estas invitado, pero no aceptas la invitación.
Tu voz suena melosa y dulce, pero aun así refleja la frialdad de tu ser, y es que en realidad eres así, un ser frío, complejo que no deja que nadie se acerque al fondo, por temor a que, a ser lastimado, a que alguien pueda llegar a importarte.
Pues te confieso que si me importas, te confieso que me intriga saber lo que piensas, te vuelves como un acertijo que debo resolver, y es que las razones sin razón son las que me encantan, me gustan las causas perdidas, me gusta saber que de alguna manera puedo encontrar la solución a los problemas.
Te confieso le temo a esa cosa que llaman amor, me asusta, pero a la vez me cautiva, me atrapa entre sus redes y me dejo llevar por el, me parece algo hermoso, pero luego me imagino compartiéndome, me imagino descubriéndome y huyo, pero en esta ocasión quiero que me atrape del todo, no deseo huir.
Me imagino el momento del encuentro, un momento que deseo con ansias locas, pero a la vez le temo, pues en el fondo no se que me pasaría, si me llegas a atrapar me perdería, no diría no, le temo a eso, a que en el fondo descubras como soy, lo egoísta, caprichosa y manipuladora que puedo ser, te lo dije soy así.
Tal vez es ese temor que te transmito, tal vez en el fondo tú también sientes todo esto, o quizá simplemente para ti no existo.
Como podría saberlo, pues preguntando, pero como podía preguntarlo si cuando lo deseo las palabras se me pierden, se esconden y no las puedo encontrar, se arriman a mis labios, otras que salen y salen, me atontan y me manipulan.
Adoro la soledad es algo que me fascina, adoro lo lúgubre, adoro con pasión la oscuridad, pero tu dejas salir a flote el lado que hace que desee alejarla de mi, que todo se convierta en un color dulce y candente. Te lo permito y lo acepto, no protesto pues me agrada que lo hagas, a veces también estas lúgubre y con la soledad, son en esos momentos que más te deseo, que más te quiero abrazar.
Conoces mi pasado, te muestro mi presente y sabes tan bien como yo de mi futuro incierto, ese futuro que cuando lo digo cambia radicalmente y es que de adivinar mi futuro puedo, pero al hacerlo cambia radicalmente y lo que predije no se cumple, es por eso que no pienso en ello, deseo adivinar tu futuro, pero tengo miedo a hacerlo y que en el no este incluida, aunque a veces sería mejor así, pero no lo hago, temo ver cual sería tu destino.
He intentado disfrazar a otros para que se parezcan a ti, he intentado que su voz suene como la tuya, pero al final se les cae las mascaras y pierden el encanto, los desecho, huyo de ellos.
Una pregunta ronda mi cabeza, por que me ha pasado esto, si yo era feliz, buscando algo que sabía que no quería encontrar, simplemente que buscaba para saber como era, pero de pronto encontré algo que no entendí y que me cautivo, sin razón alguna, sin previo aviso.
Me encuentro perdida y no deseo buscar una solución, solo deseo seguir sintiendo esto, a veces sin que cambie, otras con grandes deseos de que algo en ti se manifieste, por el momento dejo que esto fluya, dejo que me invada, que se apodere de mi, no deseo un cambio.

En el fondo suena Ohne dich, coles corner, muchacha ojos de papel, come to me.